Y alli estan tirados, parecen maletas llenas de carne y hueso sus deformados cuerpos, sin hacer nada en la estacion de tren, con sus sucios y apestosos arapos, todos huyen de ellos, unos ya se volvieron locos y caminan y caminan por las calles y todos se alejan de mas de alguno de ellos, comen basura y fuman las colillas de cigarrillos que encuentran tiradas en la calle que es su casa y la banqueta su cama. Son muertos vivientes atados a un misterioso y enigmatico porvenir, sueñan y sueñan, se les calcina el recuerdo, la locura es la unica medicina para olvidar su deprimente situacion, los barrotes de la vida los mantienen presos, mastican su dolor y escupen su libertad. No tiene nada absolutamente nada y los veo y me digo: una vez fueron niños ¿Que les paso? Una pregunta que solo ellos me pueden responder. Y cargan en un costal, sobre sus espaldas; sus vidas que al abrirlo es solamente eso, nada mas que basura.