La sombra en la pared se alarga
Tiene alas la noche simple
De ángel revestida
Donde una grieta a sangrar comienza.
Mana de la yaga donde se penetra
Agua a cada gota vacilante
Ofreciendo saciar al visitante
Que se evapora entre fricción,
Que devora a la soledad.
La mancha en la pared se deforma,
Sucumbe a los más sutiles movimientos
De dos cuerpos que parecen uno,
Asesinándose uno sobre otro.
La vaga idea de terminar asusta,
Más el placer no debe ser eterno
El mañana nos promete otra noche.
Texto agregado el 22-12-2004, y leído por 142
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Lectores Opinan
24-12-2004
solo... somos sombras en tiempos perdidos... Arcano20