Me gusta amarte a campo abierto con las estrellas de testigo
Clavarte los estribos por la espalda despacito recorriendo tu lomo enlodao
Amarrarte entre los alambrau ahí cerquita de la portera que mira pal río
Sentir ese olor que vas desprendiendo a monte y sujetarte juerte del recado
pa! que puedas sentir el cabalgar en una dulce montura.

A gritos me pedís el rebenque que sin piedad marco en tu pecho mujer,
Pa! satisfacerte no má!
Y ahí vas cayendo entre los alambres y los postes enredando tu cabellera
preta a lo igual que tu cuero incendiao por un fuego que te empapa de aromas
verdes mezclados con tierra recién regada.

Y es ahí cuando comienza mi relinche que llega hasta el pueblo pa! que todos
sepan que te estoy amando y vos empezas a susurrarme tu jadeo que penetra
por mis oídos y recorre todo el potrero y atraviesa los campos haciendo
eco en la laguna.
Como me gusta verte así, mirar tus ojos que son espejo de mi relinchar de
potro desbocao sentir tu piel mojada de barro caliente que va quemando mi
mano mientras te rozo.

Te tomo en mi brazos y te meto en el establo, los caballos nerviosos patean
las porterizas porque saben que te voy a amar ahí mismo sobre los fardos
de alfalfa entre el olor a la bosta que va abriendo mi traquea y me despeja
las vías que se llenaron de tu aroma a parda excitada.

Juanita Radaelli ®