CALLE 22 NARANJA AGRIA UNA FLOR EN LA BASURA.

Silvio camino por la calle 22 naranja agria, sentía el peso de los días en la maleta azul q colgaba de su mente, Silvio como todos los Silvios era un poco viento, un poco arena, un poco soledad, un poco el brillo de los ojos de aquella mujer q no dejaba de brillar en sus ojos, un poco valiente, un poco loco, un poco cuerdo, un poco el, un poco ellos. Esa noche en la q caminaba por la calle 22 naranja agria, tal vez buscando un bar, tal vez buscando un golpe, tal vez buscando un beso, tal vez buscando un hospital para q cocieran su corazón y sus zapatos gastados y cansados. La calle 22 naranja agria era un lugar hermosamente hostil, plagado de ladrones, poetas, músicos furtivos y amores restringidos, la calle 22 naranja agria estaba llena de necesidad, olía a sudor a humo olía a ansiedad, olía a naranja agria. En sus silbidos destemplados la nombraba, la anhelaba, la pedía, le gritaba, hey flor, ven, dame un beso, olvídate del pasado, el futuro es una ilusión, es pura mierda, quédate aquí conmigo hoy, hey flor, solo existe esta calle a esta hora, el mundo solo es lo q siento, hoy te siento, hoy sos mi mundo. Como si la flor a la q nombraba fuera un girasol y los silbidos de Silvio el sol, ella asomo sus ojos grandes por la ventana , ahí estaba, ella es flor, ella es hermosa, ella es lo q el siente hoy, ella es su mundo hoy, ella es el hambre de cada mañana, el hambre de cada noche. Flor como todas la flores era un poco roja, un poco amarilla, un poco amor, un poco muerte, un poco ella, era todo para el. Bajo rápidamente las escaleras de caracol, abrió la puerta llena de candados, la cruzo y se abrazo a Silvio, se abrazo a su poco de viento, a su poco de arena, a su poco de soledad, a su poco de valentía, a su poco de locura, a su poco de cordura, a su poco de el, a su poco de ellos, a todo de ella, no se besaron, no se hablaron, el abrazo fue suficiente para decirle hey flor, hoy camine toda la tarde por la calle 22 naranja agria, me tome una botella de vino mientras escuchaba a un músico en la plaza cantando Tres agujas, ‘’no es q no te crea es q las cosas han cambiado un poco, la la la la es q ya no quiero mas nadar en piletas’’, mientras la escuchaba los árboles dibujaban tu figura, ese abrazo fue suficiente para decir, hey Silvio, sabes q hoy estuve pensando en ti mientras peinaba mi cabello, hoy estuve pensando en ti mientras le echaba el azúcar al café, estuve pensando en ti mientras encendía mi cigarro de las 6, ese abrazo fue suficiente para caminar por toda la calle 22 naranja agria sin hablar, sin besarse sin mirarse, ese abrazo fue suficiente para olvidar el pasado, para olvidar el futuro, para sentir q el mundo era lo q sentían y se sentían en ese momento, para sentir q ellos eran el mundo hoy, para sentir q la calle 22 naranja agria desaparecía, para sentir q la calle 22 naranja agria nunca mas existió desde ese día, porque ese fue el ultimo día en q se vieron, porque flor se marchito, porque flor ya no era un poco roja, ya no era un poco amor, flor ahora solo era muerte, era flor en la basura, flor debajo de la llanta de un camión, flor debajo de la tierra, flor con flores de muerto a cada lado, porque Silvio no quiso ser mas un poco viento, no sin flor, no quiso ser mas un poco arena, no sin flor, no quiso ser mas un poco valiente, no sin flor, no quiso ser un mas poco loco, no sin flor, no quiso ser mas un poco cuerdo, no sin flor, no quiso ser mas un poco el, no quiso ser mas Silvio, no sin flor, desde ese día la calle 22 naranja agria no pudo ser mas la calle 22 naranja agria, no con flor en la basura, no con flor debajo de la llanta de un camión, no con flor bajo la tierra, no con flor con flores de muerto a cada lado, no pudo ser mas la calle 22 naranja agria sin Silvio, sin Silvio sin flor.