van sumandose los bandidos con alas al viento, con aspas encadenadas con remaches pop, sin mas musica que los comentarios de los damnificados
plublerinos pidiendo mas turba, y revuelta popular organisada, y ruda para con los fans de lo ajeno. mis amores y disipulos perplejos, juegan ansiosos un piedra, papel y tijera, al pie de la cruz, conviniendo una rebancha a la rayuela, sin arrojar la primera y unica piedra, libres de pecados, mientras que el resto de jerusalem sigen buscando claves apara desgranar mi alma moribunda.
mi madre fue la que coloco una corona de espinas para ditinguir mi inocencia y hacer mas estetica y elevada mi ultima imagen, en este shoppin decadente, de clientes ambisiosos por comprar y comprar mas y de todo. ella se despidio como una novia despide al recluta en el anden, jurando encontrarme en el cielo, en un altar nuestro, sin que naides joda alrededor.
mientras que, mis desconocimientos juegan en los corredores de la ignorancia, preguntandose porque erre tan fiero en mis pronosticos.
siento que abandono mi cuerpo ajado, y que camino
repasando el inventario de proesas que quedaron truncas en la gatera, resucito en la piel de un amigo que se hace a un lado de su propio esqueleto, y empieso a andar los caminos tomado de su mano, con la tarjeta roja aun tibia.
continuara.