LA CARTA DE FIN DE AÑO


Desde el día en que discutieron por última vez, no volvió a verlo.

Al principio le extrañó esa súbita decisión de irse, “cansado de esta vida de mierda” como le gritó desde la puerta,mientras se llevaba en un bolso azul ,toda su ropa.-
Me voy a recorrer el mundo –le dijo- Ya vas a saber de mí!
Ella no le creyó.
Veinte años trabajando de portero en la misma escuela...ganando apenas lo suficiente para comer...ya volvería,cansado y pidiendo perdón.

Pero,desde entonces,no lo vió mas.
Y para cada aniversario,cada cumpleaños,cada festividad de los últimos dos años recibió cartas del ausente... con matasellos de los mas remotos países del mundo.

Y en cada una de ellas,la letra apretada y clara de su marido,le refería las bellezas naturales,las calurosas arenas o los níveos suelos por los que transitaba en su incesante recorrer.

Con cada carta,a la angustia y al enojo,se le agregaba un dejo de envidia y -porqué no- un secreto orgullo al saber que su hombre estaba cumpliendo sus sueños.
Por eso no rompió sin leer aquellas dos cartas, que esa mañana de diciembre,el cartero depositó en su mano.

Una llevaba estampilla de Correo Aereo y estaba fechada en Roma.la “Ciudad Eterna”,como él la nombraba
.Era su saludo de fin de año.
Como siempre,hablaba de su incesante viaje en busca de nuevas experiencias.
Como siempre,no hablaba de volver.

La segunda carta,era de su prima Amalia,quien le escribía desde Buenos Aires.
Al abrirla,una inmensa sonrisa se instaló en el rostro ajado y viejo de la mujer.
La carta decía asi:
“Querida prima:Espero que al recibir la presente te encuentres bien,quedando nosotros igual,gracias a Dios.Por los hijos me enteré de lo de José y de su injustificado abandono y como creo que no habrás vuelto a tener noticias de él,te cuento.
Mi marido,que sigue manejando el Taxi,llevó un pasajero a Ezeiza,al Aeropuerto.
Allí,barriendo la vereda,con un guardapolvo azul,vió a tu marido,pero éste no lo reconoció.

Se bajó del auto y preguntó en una oficina que está en el playón
.El hombre que lo atendió le dijo riendo:
- “ ¿Ese? Es el “Loco de Las Cartas”.
- Los pilotos le siguen “el tren” y envían a su mujer, las cartas que él les dá ,desde todo destino adonde llegan.
- Salvo por esa manía,es un buen tipo,trabajador y muy callado”.-

No siguió leyendo,y dobló cuidadosamente la carta,que era la más importante de todas las recibidas en su vida.
Su Regalo de Fin de Año.-

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