Hoy el sol se ocultò de repente, la luna anuncio con su etapa màs sangrada, la muerte en la lejanìa.

Kilometros y kilometros viajo, volando el aguila perdida, buscando el anuncio de sus labios, buscando solo la miseria de sus manos, esas que alimentaban a las bestias en otoño.

Sus ojos de lince, sus garras de esquimal, las que en el frio invernal perforan sin perdòn, y lastimas desgarrando la piel, gozando con el sugrimiento y el dolor, encontraron la muerte, por ese amor olvidado.
Desde la copa màs alta se desencadeno el viento arremolinado, la esencia perdida de esa niña sin amor, con todo su cuerpo para entregar, pero sin cariño por causa de la sociedad, dejo caer su capullo, y en el rojo estampado de la tierra viva, hoy descansa su cuerpo , envuelto en un sueño eterno.