Acudo a ti, santo milagroso.
Patrón de las causas urgentes.

Porque mi causa tiene todo lo necesario para ser la más urgente.
Puesto que es la mía, MI causa.

¡Oh santo globalizado!
Llegaste en el momento justo.
En la vorágine del consumismo.

Con tu refulgente espada te posas en la cúspide de nuestra civilización.
La del tiempo breve
La de las soluciones rápidas.

¡fast food, easy money!
!fast god, easy faith!

Mi santo moderno
Se acabó la fe de los que esperan largamente.
Ha muerto Job y su paciencia callada, su calma sumisa.

Muévete fe al ritmo de los tiempos.
Gira descontroladamente, con afán endemoniado.
¡Llega! No importa a donde, pero llega rápido.

No hay tiempo para implorar.
No hay tiempo para prometer.
Y, por supuesto, no hay tiempo para arrepentirse.
Mi fe no da espera.

¡Oh eficientísimo santo.
Bendita sea tu administración por objetivos.
Tus resultados cuantificables en el corto plazo.
Hágase mi voluntad en la tierra.
Nuestro MacCombo de cada día, dánoslo hoy.
Perdona nuestras deudas, o difiérelas a 36 meses con una tasa imbatible.
Déjame caer en la tentación de consumir, que es lo único que me mantiene unido a los de mi especie.
Y líbranos de Marx.

Apec... Perdón! Amen.