Adoro la tibieza de tu piel que embriaga mis sentidos deprimidos, casi olvidados.
Adoro el perfume que despierta a la mañana
mis deseos entrañables.
Adoro cada poro de tu cuerpo que me roba
las miradas y me acercan al placer.
Adoro cada uno de tus besos, deseosos y exitados
que me llevan a la luna.
Elevada del suelo
envuelta sin riesgos entre tus brazos,
enamorada.
Texto agregado el 20-12-2004, y leído por 111
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