Me iré
juro no volver a molestar
me iré de una vez por todas
con las manos abiertas
y vacías
con un vaivén
con un juego oscilatorio
que me quite el frío
me iré
bebiendo el último trago de sonrisas
con el hartazgo de la superficialidad
con el hartazgo de verme los ojos
y perderme en el espejo.