(Incluye Recopilación Poética)
Cuando cae la noche y el silencio aborda todo en rededor, se turban las mentes y unos como vampiros salen en la oscura y lúgubre noche. Dejan caer encima lo negro del infinito y dan cada paso teniendo como lámpara la blanca. Descubren sus oídos a los agudos y elocuentes aullidos de los lobos hambrientos en las montañas, esperando al inocente para acechar.
Un extraño de cabellos largos e hilachados, de vestimenta intrépida y de apariencia pálida-desgarbada y de ojos grandes brotados de amarillo, con múltiples grietas color carmín...Se acercó a un árbol -cerca de donde yo estaba- y bajo él se sentó;allí había un búho que codiciosamente observaba a tan rara criatura.
La calma llegó más pronunciada que antes. Aquel individuo que en verdad no se sabía si era el demonio mismo - creo,mi suposición estaba errada- comenzó a hablar. Su voz era grotesca; se balanceaba entre ronco y fuerte...
Exclamaba:-¡Tétrica! Un tanto pacífica y hasta maldita tú eres. Surcas e invades mentes,arrancando de las carnes sus espíritus. ¡Vacía! Un tanto sobrehumana.Sé que no posees corazón alguno, siempre actúas con o sin voluntad de tus víctimas. Eres pionero, atisbador y espía. Socavas lo más miserable y alientas el deseo petrificante. Besas las súplicas, pero eres indiferente-.
Extraña criatura, a quien observaba de entre los arbustos cercanos. Hablaba con firmeza, odio e ira. Sí, lo podía sentir y lo veía en sus ojos.
Proseguía: -¡Demoniaca! Un tanto satánica legión eres, más ninguna doctrina. ¡Divina! A veces haces desvanecer el dolor, ese recíproco y aborreceinte por siempre. Muchos te aman y alaban, para ellos eres su rey. Otros te odian con todo su espíritu terrenal, porque abates e inmundas sus vidas;las haces aborrecientes y abundantes de escoria y sufrimiento-.
En medio de un sutil parpadear de ojos,apareció una figura extraña -aún más que aquel hombre-.
La criatura siguió hablando:-Aún no logro saber lo que eres. Hoy te acercas hacia mí con tus vestidos de luto, hecha hueso,con febriles deseos de llevarme contigo-.
El día había desvanecido y junto con el, la noche sin aviso llegado.
El hombre deslizó su mano hacia su pecho. Su músculo cardiaco se contraía. Dejaron de aullar los lobos frente a la luna llena. Sus células mutaban a un estado de putrefacción. Reinaba el silencio; el infinito lúgubre y oscuro. Su sangre se volvía líquido espeso. Se oían los gritos y murmullos de brujas. De sus poros salían legiones de larvas. Los duendes hacían rondas infernales. Su piel se tornaba cada vez más amarilla, volviéndose hielo poco a poco.
¡Sí! era Ella y la contemplaba. Ésta se sentía victoriosa. Pero... ¡Ahh! Extraña criatura, ese hombre, le hizo una indagación con la voz entre cortada pues le faltaba el aire: -Vida, ¿Qué es?-. Ella se quedó atónita y perpleja, le miró mitigada, pero desquisiada. Totalmente airada.
Sí lo llevó consigo. Ella jamás pudo responder. Él, se fue,sin sentirse perdedor, con una gran sonrisa en su rostro: ¡había preñado a la mismísima Muerte!. |