Caminan por la calle de la vida en direcciones convergentes
Él buscó inconcientemente su rostro en la multitud
Ella buscó ser divisada en la muchedumbre
Sin saberlo, él caminó hacia ella
Ignorando que lo hacía, ella se acercaba a él con cada paso
Él pensó que la tenía a la vista
Ella se creyó observada
Él cruzó la columna de alumbrado por su derecha
Ella cruzó la columna de alumbrado por su derecha
Él consideró que su instinto le mentía
Ella sintió que se perdía
Él siguió caminando porque era lo único que sabía hacer
Ella continuó buscando un destino que se le hacía cada vez más incierto
Él ya no sabe qué rostro busca en la multitud
Ella no sabe si aún quiere ser observada
Caminan por la calle de la vida en direcciones divergentes
Texto agregado el 19-12-2004, y leído por 862
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Lectores Opinan
08-09-2009
El amor es esto, un laberíntico desencuentro que acaba en un orgasmo o con la muerte, un símil que nos libera eficazmente y para siempre de esta torpeza de Eros. nabrolquiscem
19-09-2008
buen inicio y simetría en el cierre, me ha gustado
andromaco
09-04-2008
Genial, sindari. justine
05-05-2007
¡Qué le constaba dejarlos encontrarse! Ahhh.. odio a los narradores omniscientes tan kantianos que no pueden violar los principios fundamentales de la intervención... ¡¡Qué le costaba dejarlos amarse!! vacarey
17-06-2006
lleno de imágenes y por momentos se confunde la relidad
soy uno de los peresonajes elidaros
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