Cuando murió mi abuelo Antonio, lo incineraron y... mi abuela que siempre me ha parecido un poco extraña, vació la mitad de las cenizas en una traste con tapa y nos fuimos a navegar en un barco lleno de flores a mar abierto, y ahí, después de un padre nuestro, mi tío hecho la mitad de las cenizas y yo avente las flores al agua; Mi madre como en toda ocasión dio un discurso que pareció no conmover a nadie, mas que a mí, y, a la perra huérfana que dejó el abuelo.
Estoy triste por que no recuerdo si algún día le dije cuanto lo quería, y todo por ese estúpido afán mío de guardar los sentimientos.
La perra está triste también busca al abuelo por todas partes, ladra y una noche aulló hasta que se canso, la tuvimos que llevar al medico por que no quería ni comer.
Todavía no entiendo por que dividieron al abuelo, la mitad de él anda nadando en el mar y la otra mitad está en el cajón de la mesa de noche, en su cuarto, aunque, creo que lo vi varias veces sentado en su mecedora, y un día que regresaba de el trabajo me pareció que olía a esa loción de hojas de naranja que tanto le gustaba.
La abuela no ha dormido bien, y dice que andan los espíritus haciendo ruido toda la noche, dice que el closet siempre está entre abierto y que en el refrigerado aparecen las llaves de la puerta de atrás, la perra no deja de correr por todo el patio y le ladra a la mecedora.
Ayer, antes de regresar a mi pueblo natal, encontré cajas llenas de la ropa de él en la banqueta y una señora con cara de dama de caridad agradecía a mi abuela el detalle de donar toda esa ropa; Abrí una caja y lo único que pude rescatar fue un suéter ligero color crema, que solía utilizar por las tardes, lo escondí entre mis ropas y lo lleve a mi maleta.
Esta última noche en casa de la abuela hice algo que no tiene ni nombre, ME ROBE LA OTRA MITAD DE LAS CENIZAS.
Llegando a mi pueblo fui directo al panteón , me puse el suéter robado del abuelo y enterré las cenizas donde nadie excepto yo, supieran donde están.
Creo que ahora mi abuelo descansa en paz en la tierra que lo vio nacer y en el mar que lo llevo al final de este viaje llamado vida.
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