las naves de algodón
se desvanecen y pierden
en el mar de sangre
derramada por la herida
de esta tarde ya sombría
escondida entre la noche

los dibujos y letras
se borran de la arena
por la nocturna marea
que avanza en las sombras
y cubre de oscuros colores
las últimas horas del día

la ausencia de sonido
es presencia del silencio
atrapado dentro de caracolas
ahogado en su abismo circular
imitando la brisa marina
de manera casi imperfecta

las guirnaldas doradas
bordadas en el lienzo
tejido por el tiempo
se diluyen en negro
por las aguas del océano
que bañan el ocaso.