Gritaba pero nadie me escuchaba, con razón, todo el mundo dormía, pero para mí era imposible dormir puesto que el efecto del cóctel de pastillas que había tomado hacía tiempo había pasado, el dolor me empezaba a recorrer todo el cuerpo, punzones que apuntalaban mi piel y mis músculos, dolor puramente físico ¿cuál si no? ¿era yo algo más que huesos, músculos y grasa? en ese momento desde luego no; no alcanzaba a moverme más que de cintura para abajo, seguía pidiendo ayuda pero nadie me escuchaba, respiré hondo, traté de moverme, pero fuertes punzadas de dolor me hacían quedarme sin respiración. Soledad, incapacidad, impotencia y dolor me recorrían por igual. Gritaba y nada. Las lágrimas caían y no podía hacer nada por controlarlas, me dolía demasiado y pensé que podrían pasar horas hasta que alguien me auxiliase. ¿Es que nadie me oía?.
Nunca antes tuve esa sensación, nadie podía ayudarme, nadie me ayudaba, era como estar muerta en vida, lapidada en una cama que me contenía por los cuatro lados y a uno de ellos el abismo y el frío suelo. Las piernas no me ayudaban demasiado, ni tan siquiera para zafarme de las sábanas y eso que su peso era ínfimo.
La almohada era un paño de lágrimas, lágrimas de terror porque en el reloj veía como transcurrían los minutos y pese a mis gritos nadie venía. Pensé en lo que sería morir, me planteé si no estaría muerta ya y por eso nadie acudía en mi socorro. El cuerpo no me respondía pero la cabeza iba demasiado rápido en sus razonamientos.
Sentí la soledad como hacía años que no lo hacía, fui consciente de que nadie haría nada por mí, de que estaba sola, de que era el momento de enfrentarme al dolor o de yacer hasta quién sabe cuando en esa cuna-sepultura cóncava y convexa.
El dolor me partió en dos, me quedé sin respiración y la espalda crujió quejándose por el sobreesfuerzo…al menos, había conseguido sentarme, pero jamás olvidaré la media hora que pasó antes de hacer de tripas corazón e impulsarme para salir de lo oscuro de la habitación. Sentada en la cama con las lágrimas se fue la angustia.
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