Dejare un trozo de mi pensamiento detrás de una estrella, luz que alucinara espectáculos de colores y promete noches eternas.

Dejare seis besos detrás de cada constelación, para que des vueltas sin encontrarlos.

Dejare mi corazón al lado del sol, ímpetu apasionada, y mis lágrimas en pos del universo, un punto que no llegaremos sin habernos perdido primero.

Más cerca, circunvalando, dejare tus palabras, y en el cielo dejare tus intenciones y en la tierra dejare tus “verdades”, para que si quieras algún día llegarle a algo, yo seré lo más lejos de ti.

Y aunque en si, siempre existirá mi amor por ti, estará demasiado lejos para que

ni tú ni yo

podamos alcanzarlo.