Nos quedamos dormidos sin darnos cuenta (luego), pensar en que invento para salir de soslayo y con sutileza del embrollo.
Dame la mano, apreta mas fuerte.
¿Así?
Mas o menos.
Luego camine un poco. mi reflejo no era precisamente afligido o concienzudo, era mas cercano a esas expresiones neutras y sin motivación óntica. Me sorprendí. Decidí volver y no mirarla, sentir mi culpa y mi acto profundamente.
Llegué diez minutos antes del mediodía, me esperaba con su cara de indiferencia solemne (ritual de odiar en su primera fase).
Te quedaste ahí.
No.
Mentiroso de mierda, si o no.
Si.
Volvió de mi a ella con desición, no había tiempo para validar al hombrecito, debió haber pensado y cortó con decisión las hojas del cilantro para su sopa marinera, imagen sangrienta corrió apresurada por mi mente sin conciencia, tajos y coágulos y mi cuerpo desnudo en un claro de bosque (todo muy hollywood). Escalofrío y vergüenza por pensar incorrectamente.
Sigue el corte.
Se detiene, me mira desesperada.
Eres un verdadero señor hijo de puta (termina el corte), cierra sus ojos, agacha la cabeza (dios se veía hermosa) ,respira profundo y exhala con dolor.
No puedo mas hijo de puta.
Y lo lanzó decidida con todo el odio que nace del sentir que no se puede perdonar por décimo segunda o milenaria vez.
¡Paf! la cacha de la espada, la culata de madera, el mango inútil de la vida que se precipita en una décima de un segundo mortal.
Mejilla contusa, mensaje recibido nena, siempre he sido y seré un inepto emocional.
Me fui para siempre de ella, con una maleta y todo.
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