Y aunque esta sombra negra nos alcance Y las manecillas del reloj se detengan para ti Seguirán cayendo gravemente las hojas amarillas Y tu recuerdo urdirá ojos líquidos con risas Y esperaran vernos pasar de nuevo bajo suyo Aquellos pequeños árboles ancianos Testigos de ese inicio Aguardando este final
Texto agregado el 15-12-2004, y leído por 122 visitantes. (4 votos)