Poema de despedida

Para el pequeño “TOMMY”
Que de seguro estará jugando donde quiera
que se encuentre... In memoriam.

Que tiempo tan absurdo
Este que ya no te toca.
Que ya no te molesta
Ni te aflige.
Que tiempo tan cruel
Y lento
El de tu ausencia.
Bastó un soplido de la tierra
Para que simplemente
Ya no existieras.
Un gemido del cielo
Nos anticipó
El mal presagio.
La lluvia vespertina e invernal
Nos comunicó
Que nosotros también
Teníamos que llorar.
Partiste en un vuelo simple
Ligero y urgente
Como el de la hojarasca.
Como el de los sueños
Como en el que la realidad
Secuestra
La inocencia de los niños.
Se alzó tu cuerpo sobre la frazada
Celeste.
Tus ojos a pesar de estar cerrados
Alcanzaron a despedirse.
Nosotros, inciertos y tristes
Alzamos las manos y alcanzamos
A tomar, un poco de la luz
Que chorreaba de tu cuerpo.
Después ya todo fue distinto
Cómo antes y cómo ahora.

Que tiempo tan absurdo
Este que ya no te toca
Que ya no te molesta
Y que a nosotros nos absorbe.
Aún así, de todas formas,
Luchamos contra el guerrero astuto
Del olvido.
Nos resistimos
Aunque la necedad de las lagrimas
Nos obstruya la mirada.


Jano. 15/112/04