La pasión se ha ido apagando poco a poco junto con las caricias que recorrian nuestros cuerpos, cada vez menos frecuentes e insensibles más como una obligación que como un placer. Comenzar una conversación, imposible ya que pierdes el control muy fácilmente al primer intento que hago por ayudarte. Como si comenzara a despertar en la realidad de todos los inconvenientes de vivir juntos. Cada mañana mi mente me juega una broma al imaginar que estoy atada al calor de un completo extraño que guía mi vida, y al abrir los ojos te encuentro a mi lado dándome la espalda. Te desconozco cada día más, y dentro de la soledad de nuestra casa, te veo sentado frente a esa máquina que no hace más que distraerte del camino que nos propusimos en un pasado perdido, y me pregunto si a caso el impulso inicial se ha desvanecido? O estamos condenados a la costrumbre como muchos de los matrimonios que conocemos? Pero si al menos fuera eso, tendría un flanco por donde iniciar la lucha y combatir la indiferencia que muestras en las pequeñas cosas de la vida.

Hay muchos motivos que justificarian tu estado semi-inconciente en el que te has sumergido, la falta de un trabajo estable sería la mejor coartada para alguien que, como tú, siempre fue diámico y emprendedor. Pero siempre hay algo para quién lo busca, pero tú te has condenado a un pasividad voluntaria que rompe con todo el esquema que tenía de tí. Al parecer, la vida fácil te atrajo tanto que ahora no quieres salir de ahi. He tratado de despertarte de tu sueño, de convencerte que estoy aquí, no para criticarte sino para ayudarte en lo que pueda, que he decidido estar a tu lado y que merezco al menos un poco de respeto de tu parte, pero si tu no intentas primero salir del hoyo en el que te has metido, yo no puedo hacer nada.

Busco en tu pasado y trato de armar un rompecabezas que no conozco del todo, ya que no me pertenece, recuerdo los escasos comentarios que alguna vez mencionaste sin importancia en alguna reunión de amigos y con las experiencias de los primeros días que pasamos juntos, donde no teníamos ni siquiera para comer, me encuentro con una conclusión aterradora: no es la primera vez que esto ocurre. A caso he vivido engañada por mi misma dentro de la burbuja que construí al mismo tiempo que me enamoraba de tí?

Qué es lo que me ha pasado? Y yo que pensaba que podria mantener la cordura por encima de mis sentimientos. Cuando veía a mis amigas sufriendo por la indiferencia de algún novio loco, muchas veces tratando de aparentar los maltratos físicos y mentales, me decía a mi misma “eso no me va a pasar a mi, me quiero y me respeto mucho más que cualquiera de ella...”. Ahora entiendo cuando ellas se justificaban diciendo que estaban enamoradas. Ahora estoy enamorada de ti, pero al parecer tu no lo sábes o lo has olvidado. He intentado todo, y comienzo a cansarme de hacerlo. El sueño se ha terminado y asi como decidi estar contigo, la idea de dejarte a comenzado a rondar mis pensamientos. La vida sin ti debe de ser mucho mejor que lo que tengo ahora, a pesar de lo mucho que te amo... No trato de amenazarte, tan solo de que vuelvas a la realidad, a nuestra realidad y te sacudas todos esas cargas inventadas que no te dejan crecer. Estaré a tu lado... pero no será por siempre.