estoy caminando por un pasadiso, en el interior de una tapera imaginada.
he dejado alli esperando escondida, como un huevo en pascuas, la esperanza hacia un respuesta acertada, que debere de conseguir pronto; un regalo para mi superyo herido, sin dudas.
con el salpicre de esta choza irreal, rasco mi espalda desnuda, mientras pienso, donde estara la salida, para que mi enfermedad acabe con su implacable tarea.
desearia soltar, la venda que tapa mis ojos de ignorancia, como una paloma mensajera, y que como una golondrina asustada, por el invierno que se avecina, huya a otros confines, poblado de aguilas hambrientas.
una de las paredes de la tapera, despide, como una miel blanca, y deseperado por el dolor, la coloco en mi cuello, para que la garganta lastimada, absorba esa espuma rara, y me sane.
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