Si mis ojos pudiesen hablar y no se quedaran cortos en expresiones...
Te dirían mil cosas, te gritarían halagos por donde fuese que pasaras, te contarían cantidades de secretos, y dejarían al descubierto mis más profundos deseos.
No sabes como me gustaría llenarte los oídos de susurros y cubrir tu cuerpo con pétalos de rosas color carmín, besarte de pies a cabeza y beber del néctar que emane tu boca.
Pensamientos lujuriosos ocupan mi mente, al ver la silueta de tu cuerpo tallada por aquel uniforme de colegiala, que deja tan solo al descubierto aquellas piernas enloquecedoras, que le brindan a la imaginación una perspectiva de lo que puede llegar a ser tu desnudes total.
La noche se transforma en aliada y en amiga, trayendo a mi mente tu recuerdo, tu esencia, la imagen de aquel rostro que eleva mi mente en cualquier momento, en cualquier lugar, dejando a un lado el espacio y el tiempo que me rodea.
El solo pensar en un beso tuyo me eriza la piel, el simple hecho de imaginar que puedo palpar tu piel sin ningún tipo de restricciones, es motivo suficiente para quedar extasiado en un mundo paralelo, done te transformas en la única razón del vivir, del pensar, del amar... del existir.
No hallo mi alma o tal vez no la quiero encontrar, de pronto prefiero que este perdida en tus ojos, o en tu boca, quizás en tu vientre, en realidad no me importa siempre y cuando este refundida en ti, pues no hay mejor lugar para las almas que el cielo, y en mi lógica de enamorado tu eres el cielo en vida.
Me rindo ante ti, por todo lo que eres y por todo lo que encierras, por ser como eres y por lo que me brindas, porque aunque es poco me basta para soñar y dormir tranquilo, sin importar que no me amas, pues yo a ti te adoro y de la forma más inocente, sin tener la necesidad de ser correspondido.
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