Cuando estaba en el colegio, tuve alguna vez un profesor que nos explico con un hermoso grafico de un vaso dibujado en el tablero y una jarra vertiendo agua en el, la analogía que para el era perfecta de cómo el iba a llenar nuestro vació cerebro de conocimiento matemático, en ese instante me sentí ignorante en el arte de la ciencia matemática debido a que yo era un vaso vació, espere ávido el zumo del conocimiento que en forma hipotética el profesor iba a verter en mi, el cual al terminar mi año escolar termino siendo un verdadero fracaso, no se si la jarra nunca apunto hacia la circunferencia de mi vaso o mi vaso estaba roto y jamás se pudo llenar, por que al finalizar la materia, el poco amor que le había tomado al álgebra en octavo y noveno se había disuelto por completo en el jugo que el profesor vertería en mi, en sus clases de trigonometría, entre a la universidad a estudiar ingeniería electrónica guardando supongo, una esperanza sobre aquel viejo amor a las matemáticas que en décimo había sido brutalmente asesinado, ahogado en una jarra de conocimientos que jamás llenaron ni mi vaso ni mis expectativas.
Pero hay no termino todo, aquel pequeño amor que aún resplandecía en lo profundo de mi ser, por las matemáticas fue exterminado sin contemplación por uno que otro profesor en ingeniería, al final termine de sepultar ese amor en cuarto semestre de electrónica y me retire, nunca supe que paso con mi profesor de trigonometría, pues cuando volví al colegio años después ya no estaba, me pregunto ¿ donde estará en este momento asesinando amores?, pero el lió no se va solo con las matemáticas y no es exclusivo del colegio, ahora en la universidad encuentro profesores asesinando amores a diestra y siniestra, encontré uno que quiso matar mi amor por la filosofía pero fue mas fuerte que el y sobrevivió, encontré quien quiso venderme ideas sobre cierto enfoques y me libere, trataron de manipularme para opinar lo que yo no creía y todo bajo el cómplice manto de la educación, ¿a que estamos jugando?.
Acaso el ideal no es generar librepensadores, entonces por que asesinan el pensamiento, ¿ por que no viven los espacios de polémica?, ¿por qué a un profesor le es tan difícil aceptar que se equivoco? Y que un alumno le enseño algo, que aprendió algo nuevo o que se dio cuenta de un error, al contrario toman actitud de padre autoritario, se enfurecen y se retiran, como si eso convenciera al alumno de la magnificencia de su persona, eso me lleva a pensar que nos estamos engañando y estamos viviendo en una sociedad de engaño y la universidad esta generando engañadores con titulo, si un profesor no lee, como quiere que su estudiante lo haga, como puede exigir que un estudiante no copie artículos de la red, o trascriba libros que sabe que su profesor no ha leído, ya que tácitamente lo ha aceptado, al no ver la realidad y seguir creyéndose omnipotente en el aula.
En la universidad nos hablan sobre la nueva educación, la educación constructivista, el valor de la opinión, sobre el no solo saber sino saber hacer en contexto, que lo importante no es lo que se puede hacer sino lo que se podría llegar a hacer, pero seguimos con profesores dogmáticos, pseudo magnánimos, que suponen en su letargo mental que un educando puede ser medido con una serie de preguntas en un parcial de opciones, donde la opinión no sirve, el raciocinio es innecesario y el conocimiento es cien porciento memoria y cero porciento comprensión.
Es increíble que existan docentes que se crean paradigma en la vida de sus escolarizados y peor aún que se sientan humillados cuando un alumno les supera en alguna prueba, recuerdo otro profesor en primaria que nunca me puso cinco en nada de lo que hacia en la materia, por que según decía él, “el cinco es para el profesor”, como si el estudiara conmigo o pagáramos pensión compartida y yo tuviera que darle de mi nota a el para satisfacer su ego, el pobre hombrecito no supo nunca el daño que le hizo a muchos al decirles de manera tácita que jamás le superarían, creo mediocres en su materia, por que por mas que se esforzara alguien jamás llegaría a la nota máxima, era como decirle a alguien que se esta ahogando que deje de nadar que ya se va a morir, cuando la realidad es otra, para ser profesor de colegio en este país es mas fácil que ser político “recordando que hasta un embolador llego a ser concejal” ya que para estudiar licenciatura no se requiere un ICFES muy alto, es mas es de las exigencias mas bajas, 230 cuando yo salí del colegio.
Vemos entonces como los que terminan estudiando licenciatura en biología, son unos médicos frustrados o veterinarios, los licenciados en sociales, quisieron ser filósofos o antropólogos, los licenciados en física, quisieron ser ingenieros y así sucesivamente una infinidad de ejemplos, pocos docentes tienen vocación para serlo y critican a los que si la tienen, por eso es tan difícil que un profesor cambie de metodología, por que en el fondo hay resentimientos muy grandes que no les permiten aceptar que no saben y que necesitan vanagloriarse con sus alumnos manejando un poder ficticio sobre ellos, pero esa es la educación en Colombia y en gran parte del mundo, seguimos siendo un pueblo ignorante educado por otro grupo de ignorantes.
Para culminar, no todo en mi vida escolar fue traumático, también tuve profesores que aportaron bastante recuerdo uno que nos dijo que lo importante no era aprender, sino “aprender a aprender” por que en un futuro lo que nosotros estábamos aprendiendo tal vez iba a cambiar (no estuvo lejos, yo aprendí una geografía de Europa y hoy es totalmente distinta, ya no hay dos alemanias sino una, ya no hay una Rusia sino muchos países nuevos y ya no hay Checoslovaquia sino republica checa y Eslovaquia entre otros) y algunos que hasta faltaban a clase a los cuales hay que agradecerle mas, ya que con sus ausencias no nos enseñaron nada, pero al menos no nos confundieron mas.
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