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Don Angel


“...Seguía quemándose los pies, sin funda de ninguna especie, entiéndase por funda algún tipo de calzado, ya sea zapato o calcetín que recubra sus callos de pobreza, esos que piensa no son seguramente iguales a los de la gente rica, además si esos huevones tienen plata que por lo menos paguen los mierda en remedios para los callos, no como este pobre viejo ostentando callos, que seguía quemándose los pies en la misma tierra seca, con sus mismos callos pobres y en el mismo lugar donde hacían ya mas de cincuenta años de vida miserable al lado de una carretera abandonada y sin terminar, que al igual que el, ya perdio la ultima esperanza de algún día poder recordar en pleno reposo, los tiempos de gloria, tiempos que ninguno de los dos tuvo. Si hasta se creía que a este viejo por quedarse mucho tiempo en ese mismo lugar ( o talves por amor ) se le habían extendido las varices de las piernas hacia abajo como raíces ancestrales, hasta amarrarlo y sujetarlo para siempre inmóvil en ese metro cuadrado de tierra. Y de pronto ocurrio. Estoicamente resistió la embestida de la primera piedra que le tiro el primer niño, y que seria también el primer niño que el viera con piedad, piedad que luego le abandonaría los ojos para siempre ya que este pequeño energumeno no pudo encontrar nada mejor que vamos a tirarle piedras al viejo que no dice nada, y argumentarle a los amigos que es mejor que robar naranjas porque así no nos persiguen los perros y dale que vamos huevones que dice el otro y tirando y tirando piedras que el viejo parece muerto y te fijaste que no sangra y que van y le cuentan al papa de Manolo que es casi medico pero no lo es tanto y que lo va a ver, de lejos eso si, pero tan medico no era al final el cuasi galeno ya que solo mueve la cabeza negativamente y dejando una sensación de riqueza historica, y como queriendo convencerse a si mismo pero sin éxito, dice que no señor, no logro entender nada y queriendo resaltar, todas las personas cuentan el fenómeno que vieron o escucharon y el rumor creció y crecio hasta convertirsé en furiosa cascada, y se expandió a toda la región, y contando seguían, que no es un viejo, sino un gigante o un ángel en el exilio y que si esta castigado de esa forma en vida es porque es un comunista de mierda el viejo huevon, concluyo el mas antiguo, filosófico, metafísico, pensador culto e ilustrado borracho del pueblo, que se había proclamado alcalde y corregidor vitalicio por elección popular y que por respeto a la autoridad nadie se lo rebatía, a pesar de que tampoco nadie recordaba alguna elección de alcalde en el pueblo. Y había hecho tantas cagadas en ese puesto (y que a nadie le importaban ) que solo se atrevía a salir de su casa cuando estaba poseído por el muy envalentador espíritu del destilado de lo que sea que se pueda tomar. Y los niños crecían y seguían tirando piedras y ya huevon vamos a la casa y que espérate que deja apuntarle a la nariz y que si no le apuntas me das cinco pesos, porque claro que había que negociar bien porque el viejo de mierda también se movía y no entendía el muy inconsciente que perder cinco pesos era bastante, y siguieron creciendo y haciendo cada vez mas nada, ni siquiera robar porque el pueblo era tan pobre y nadie tenia nada y nadie trabajaba tampoco y nadie queria nada. Bueno, casi nadie, solo don Ernestino el cantinero, que era una de las muy pocas personas a las que siempre le colocaban el prefijo respetuoso y casi reverencial de don y esto debido a la importancia y trascendencia de su ocupación, la de servir. Y así era este pueblo, el prototipo casi perfecto de alguna ideología política anti –Hegeliana de organización social inexistente que por su resultado practico e inútil, seria muy parecida al comunismo bien aplicado por una cantidad limitada de tiempo, pero que en realidad era la triste suerte de que Dios nos castigo señor diputado, haciéndonos pobres señor diputado, y por eso señor diputado, le creemos que usted si que nos va a dar casas y va a cambiar nuestro estilo de vida sin cambiar nuestro estilo de vida. Y compadre- dirían mas tarde en el bar- estoy un poco nublado, pero este diputado si que nos va a dar lo que prometio. Y por ese mismo proceso de estanque mental antievolutivo, de embotamiento de la inteligencia generación tras generación, de indulgencia de pueblo pobre, confiado e ignorante, es que desde hace mas trescientos años que siguen votando por los mejores mentirosos de esta selva loca que es este país que nadie sabe donde queda ( presumiblemente en el fin del mundo ) y que a nadie le importa tampoco. Por eso dijo el mismo Manolo años mas tarde, que si somos tan pobres, entonces cobremos por tirarle piedras al viejo, ya que vienen de toda la región a lo mismo pero fuimos nosotros los que lo encontramos. Al viejo y a nosotros se nos ocurrió tirarle piedras, así que el viejo es nuestro y total tampoco se queja, y en un arranque de madurez emprendedora inédita y visionaria, Manolo escupe la sentencia que lo haría famoso en el pueblo entero y de por vida: “hagamos algo honrado en nuestras vidas” y eso honrado era lógicamente cobrar por tirarle piedras al viejo, porque al final si el viejo era un ángel su obligación era ayudarlos y por eso no se quejaba, y en realidad tiene razón Manolo, dijeron, ese era el mensaje del viejo, que a partir de ahí nunca mas se conoció por viejo, sino como don Ángel. Y así seguía don Ángel resignado a su vida y esperando su muerte, que suponía seria por lapidación, que era lo que debería haberle pasado a María Magdalena pensaba con rabia, y no a el, pensaba, pero sabiendo además que aquí no iba a aparecer Jesús preguntando si había alguien libre de culpa, y si lo hiciera seguramente Manolo descubriría un buen negocio en tirarle piedras a el también. Porque sucedia que eran tan ignorantes en este pueblo que no sabían, y no les convenía saber tampoco, el significado de la palabra culpa, y si la llegaban a sentir que importa, si a Manolo le ha ido tan bien en el negocio que siempre invita un buen remojon de aguardiente en la conciencia, y al final no era tan gran problema, si don Ángel lo único que sufría era que se le quemaban un poco los pies y eso es poco sacrificio ya que era un ángel y bien podía soportarlo, y con alegría, ya que se supone el se sentía feliz de auspiciar la alegría del pueblo y tortura del hígado que era el purificador y santo aguardiente que tanto agradecía la chusma al también años después diputado don Manolo, muerto mucho mas tarde por mentiroso y calumniador siendo ya ministro, pero eso fue un accidente. Se dijo que había caído veinticinco veces de espalda sobre un puñal, pero de eso es mejor ni acordarse, porque el nuevo diputado va a mandar alguien de su confianza al pueblo y entre ellos nos van a sacar la pobreza, acuérdese de mis palabras compadre, seguían conversando en el bar de don Ernestino los viejos eternizados y de ojos vidriosos, indolentes frente al tiempo, que no cambiaban en nada, salvo que ahora eran los tataranietos de los primeros imbéciles pioneros de la ingenuidad y flojera, los que siempre esperan un milagro viendo como se pone el sol con sus ojos mortecinos y eternamente tristes, y experimentando a través de los años que el tiempo da vueltas y que el destino es bromista, sintiendo la certidumbre de que en realidad nada va a cambiar y terminan muriendo de viejos, de cirrosis o de pena y soledad. Viven sus vidas muriendo día a día en este pueblo olvidado donde la vida tampoco podría ser de otra forma...”

Texto agregado el 14-12-2004, y leído por 218 visitantes. (0 votos)


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