NO TU PASIÓN

No he de abrevar la sed de mi deseo
en la fuente escabrosa
de tu insana pasión.

No pienses que soy un fariseo
o que sólo sé de la piadosa
pasión del corazón.

Soy romántico, espiritual y bueno
y amo arte y belleza,
bondad, ritmo y poesía.

Tiene mi alma la fe del Nazareno,
sabe del dolor y la tristeza
y también del placer y la alegría.

Sé por igual del amor de los sentidos
y el néctar he bebido
de las flores del mal.

Y duerme en solares escondidos
el leopardo herido
de mi pasión sensual.

Pero él, sordo a tu extraviado grito,
y aun hambriento,
no se despertará

para saciar con tu carne su apetito.
Otra voz, otra forma, otro aliento,
a él lo excitará.

No has de lograr que pruebe el veneno
que me ofrece tu mano
con religioso afán

aunque pongas en el misal de tu ritual obsceno
el verso audaz baudelariano
y la filosofía de Ernesto Renán.