¿Quién es el que tiene el monopolio de mis opiniones?
Los adorables comentarios dados o las rabietas incongruentes de mi furia. La naturaleza de los gustos nos hace malas pasadas, como cuando encontré un hermoso libro y me dije lo tan equivocado que estaba. Para luego años después, reirme de lo que había leído era una edición del 68 de "selecciones".
Ah, quién era aquél que se emocionaba con tan increíbles páginas, un amante ingenuo de las utopías o el descerebrado individuo ignaro. ¿Quién era? y... soy la continuación de él, o soy el ogro de la madurez.
Texto agregado el 12-12-2004, y leído por 140
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