Profundos pensamientos de los adentros más apartados que traen sombras anónimas y emociones nuestras.
Certidumbres del presente se desvanecen con el viento.
Persuasiones que aprovechábamos y en las que nos apoyábamos para andar.
La evidencia que rescatamos de esta compleja escena es que la única verdad que conocemos es la permanencia del cambio de cada día.
Dolores sin llantos guardamos para sobrellevar lo que no entendemos.
Texto agregado el 11-12-2004, y leído por 398
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