POcas palabra son capaces de decir toda una historia, toda una vida. Pocas palabras tienen la fuerza de contar toda una vida, y traducirla a demasiados idiomas. Pocas palabras son adúlteras, pero son placenteras. Pocas palabras son pocas palabras, no son muchas palabras. Pocas palabras dicen poco, pero explican mucho, pero ríen nada.
En la soledad, pocas palabras se repiten una y otra vez, provocando humillación. En la oscuridad, pocas palabras te pueden salvar, pero no sé cómo, claro, deben ser tus propias pocas palabras.
En el día, pocas palabras te dan el espacio que necesitas para privarte de compañía, cuando anhelas no mover la lengua. Pocas palabras te pueden hacer llorar, y pocas palabras te pueden hacer gritar; que cuando piensas en las cosas que te hacen reír, las pocas palabras no sirven. Pero... ¿por qué pocas palabras no juegan con las risas? Por que las risas del alma tienen el poder de calmar una tormenta, por que cuando no sabes qué decir, ríes, y junto con ello, toda tu vida exclama millones de pasiones, cientos de historias, liberas energías que codificadas, no son pocas palabras. Tu alma está gimiendo, gimiendo está tu alma. Clamando está tu boca, gritando está tu cama. Llorando está tu gato, saltando está tu vida. Pocas palabras, pocas palabras no puedes decir. Pocas palabras no existe cuando tu vida se emociona.
Pero también pocas palabras pueden decir nada. Esas palabras son inútiles. Inútiles son las palabras pocas que quieren decir muchas cosas, pero no lo logran, por que no está el deseo del alma por emocionarse en pasiones sentimentales que exaltan el ama... y es ahí donde el corazón repudia las Pocas palabras, por de nada sirven...
Qué más dá... la flexibilidad de lo que quiera escribir... soy yo el dueño, no tu, jajajaja!!! Pocas palabras, ¿qué me quieren decir esta vez? |