al principio pense que aquello era solamente una ilusion o un sueño en la mente de papá, eso de que cabalgaba de pueblo en pueblo con la esperanza de poder vender la mercancia, definitivamente no se me hacia para él, ... -iba de Yajalon a Tila, de Tila a Potiojá, de Potioja a Salto de Agua- decia mi padre, --cabalgaba dos o tres horas seguidas--... repetia como en sueños y yo, sólo me atrevia a esbozar una timida sonrisa. -blanco, de gran alzada, con un lucero pardo en la frente, las crines largas y la cola casi rozando el suelo, mis piernas sujetas a los estribos, mis talones hincados en los ijares ... ni en las mejores peliculas de charros y bandidos de mi pueblo. y entonces miraba a mi padre recluido en aquella silla de ruedas, enjuto y diminuto, tenedor de libros en la biblioteca donde se habia refugiado y el unico sitio en donde yo podia ubicarlo. tantos libros leidos, tantas historias pasadas por su mente.
Murió papá, como unico hijo, se me permitio sacar las pocas pertenencias del cuartito en el que habia vivido, una amarillenta fotografia en mis manos un hombre gallardo y altivo,la presencia de charro, los pantalones pegados a las piernas,efectivamente el caballo era blanco, de gran alzada, con las crines largas y la cola casi rozando el suelo, sin embargo, como no alcanzo a mirar el lucero pardo en la frente sigo pensando que aquello no es más que un vulgar fotomontaje. |