Inicio / Cuenteros Locales / LA_COLUMNA / Abuelas esclavas ( columna para un jueves en rojo )
En el mundo hay muchos tipos de esclavitud, pero de entre todos hay uno que tenemos al lado y del que muchos de nosotros somos responsables. Una esclavitud que forma parte del maltrato a la mujer: me refiero al uso y abuso de las abuelas.
Aún hoy cuando una abuela se pone enferma por hipertensión, migrañas, diabetes sobrevenidas, patologías coronarias en general, acude o la llevan al médico y le aplican un tratamiento sólo paliativo que tiene pocos resultados. Nadie pregunta cuál es la carga de responsabilidad que lleva sobre sus espaldas.
El jefe de cardiología del hospital clínico de Granada, Antonio Guijarro, ha descrito lo que él denomina el “síndrome de la abuela esclava” y todas las afecciones que ocasiona en su libro El Síndrome de la Abuela Esclava. Pandemia del siglo XXI. El año pasado la Universidad de Harvard publicó un estudio sobre este síndrome con alarmantes datos: las abuelas que pasan más de nueve horas diarias cuidando de sus nietos sanos tienen un 55% más de posibilidades de sufrir una enfermedad cardiaca.
Nuestras abuelas no llevan grilletes, no tienen barrotes. Están encantadas de ser un servicio de disponibilidad permanente de veinticuatro horas al día. Ahora sabemos que este servicio no es gratuito, tiene peaje, a veces fatal, y lo pagan ellas.
Son un ejemplo social su abnegación, su entrega, su sentido de la responsabilidad, de la dignidad. Pasaron sin solución de continuidad de ser unas buenas hijas primero, unas amantes esposas y madres después, a ser unas abuelas con una sobrecarga agotadora de trabajo. Ellas mismas no son conscientes de que ese deber inexcusable y honroso puede ser un enemigo mortal.
El problema tiene solución si todos ponemos de nuestra parte. No se trata de suspender el contacto de nietos y abuelas, enriquecedor en ambos sentidos, sino de liberar presión y responsabilidad. De intentar que obtengan lo que tanto anhelamos nosotros, un espacio vital.
Charlando con una amiga cuentera sobre el tema de la columna de este jueves, me propuso preguntarme ¿qué es lo verdaderamente importante en la vida? Seguramente lo importante sea vivir tu propia vida en todos los sentidos. Ese puede ser el objetivo: que las abuelas vivan su propia vida que, por supuesto, incluirá a sus hijos y sus nietos en su ocio, pero también viajes, cines, teatros.
¿Cuántas veces hemos dejado nuestros hijos al cuidado de la abuela para ir al cine, de viaje, etc.? ¿Y cuántas hemos ido al cine o de viaje con ellas? ¿Cuántas veces les preguntamos si tienen algo que hacer antes de endosarles a los nietos? Podemos hacer una prueba: preguntemos a la abuelas que planes tienen para el próximo verano, o fiestas. Si no tienen ninguno, es posible, que haya que empezar a preocuparse.
Hace un año aproximadamente que escribí el microcuento siguiente y que ahora dedico a las abuelas:
Sin vivir
Vivir la vida de mis padres, la de mi marido, la de mis hijos, la de mis nietos. Morir poco a poco.
Madrid, 9 de diciembre de 2004
Juan Rojo
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Texto agregado el 09-12-2004, y leído por 838
visitantes. (9 votos)
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Lectores Opinan |
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31-08-2005 |
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Ah nooo.. los hijos son responsabilidad de los padres. No es mi caso...un susurro* susurros |
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31-01-2005 |
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No te pongas tan exigente. Creo que es culpa de las propias abuelas, además que los nietos son una bendición de Dios. Felicitaciones y van mis 5* jorval |
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14-12-2004 |
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El dedo en la llaga. Un estigma que en esta sociedad interesada horada y se extiende hasta los recovecos mismos de nuestra propia familia. No sé quien dijo que somos más crueles con aquellos a quienes amamos. azulada |
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13-12-2004 |
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Estas abuelas de las que hablas proceden de una crianza muy distinta a las que ellas mismas dieron a sus hijos, confundiendo a veces el amor de madre con hacer que sus hijos pasen las menos penalidades posibles. Lo que no les ha ayudado para nada a conocer en profundidad lo que significa sacrificarse, ni por ellos ni por los demás. Es por eso que aunque siento mucha lástima por ellas, no dejo de comprender que en cierto modo contribuyeron a este estado de cosas, aunque el principal motivo de que se abuse de las abuelas, bajo mi punto de vista, es el empobrecimiento general de las familias de clase trabajadora, ya que si no trabajan ambos cónyuges, es muy difícil pagar una hipiteca, tener un medio de locomoción familiar, y traspasar el umbral de la pobreza auténtica.
Posiblemente muchos de nosotros vivamos para ver lo que esta generación de padres jóvenes, que dejan la responsabilidad de llevar y traer al colegio a los chicos y mantenerlos en casa hasta que llegan los papás, no cometan el error que sus padres cometieron, pero faltará saber si lo hacen por dignidad personal o porque nadie les enseñó a ser sacrificados.
Tu columna es una aldabonazo a las mentes de todos esos padres. Muy acertada. Mis estrellas. graju |
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13-12-2004 |
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Buen tema, aqui todo el mundo podría opinar; aunque la costumbre es otra y ellas tienen mucha culpa; creo que ningun hijo biennacido vería mal la "libertad" de las abuelas; al fin y al cabo son nuestras madres Nomecreona |
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12-12-2004 |
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Adhiero totalmente a tus conceptos. Se culpa a la época, a tener que trabajar los dos, y la que corre con el desgaste extra, físico, mental y espiritual, es la abuela. Las abuelas han criado a sus hijos, en su gran mayoría, sin la ayuda de otras abuelas, sólo en casos extraordinarios. ¿Qué pasa ahora? ¿No se debería vivir un poco más restringido económicamente y más responsable de la educación y el cuidado de los hijos?
Juan, como siempre, pones sobre la mesa un tema que tiene que ver con el sentido ético de la convivencia respetuosa. Un abrazo. neus_de_juan |
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11-12-2004 |
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Difícil de comentar tu columna especialmente siendo abuela. Muy a menudo la esclavitud no la imponen los hijos sino las mismas abuelas con su exagerado sentido del deber. Yo fui una de las tantas Espartacos de la esclavitud abuelística. Espero que tu columna haga reflexionar a más de una y elijan la libertad. NINIVE |
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10-12-2004 |
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Hace mucho tiempo que digo en alto que me busquen en el móvil, porque espero estar las 24 horas viviendo intensamente. Así que lo practico desde hace unos cuantos años por lo que viene y lo que pudiera venir de todos los que me rodean. Pero me gusta ser " abierto 24 horas" pa tos...un beso eloisa |
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10-12-2004 |
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Tienes razón, Juan. Excusas del tipo "a mi no me importa quedarme con los niños", o "ella está encantada de poder ayudar" ya no sirven. Hay que tener presente que el tiempo de críar niños ya lo cumplieron con los suyos propios. Los jóvenes de hoy lo queremos todo: tener hijos y al mismo tiempo mantener el tren de vida, de salidas y de viajes de cuando no los teniamos...con la inestimable colaboración de nuestra estrella invitada de hoy:...¡¡la abuela!! Totalmente aplicable a los abuelos, por supuesto, o muy parecido. luna-lunera |
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09-12-2004 |
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jum jum jum, es un tema muy muy debatible...
(buen tino, buen pulso, buen tema...) elcorinto |
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09-12-2004 |
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Columnon Juan, mi madre tiene seis hijos ( me incluyo) y alguno se ha aprovechado de ella, hasta que un día dijo: " ¡estoy hasta el mismisimo coño!" desde entonces solo se los queda cuando quiere o en caso de suma necesidad, ¡ es una abuela libre ! barrasus |
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