elijo de entre un monton de posibilidades, una que se aproxima bastante, a mis deseos de volver a ser un hombre comun. desisto, en este desayuno raquitico, de recordar viejos tiempos de abundancia y de solvencia; ubico los items que en el dia de hoy
protagonisaran mi jornada laboral. rezo como todas las mañanas, y le pido al cielo que haga de mi un buen chofer, atento, sin prisa, como se diria en la jerga del camionero, una fiera al volante.
reparo mi corazon roto, sin herramienta alguna, solo imaginando una murga en mi pecho.
seco mis lagrimas con un trapo sucio y rancio, alineo mis ojos que no paran de titilar por el sufriento y el goze, estiro mis piernas para elongar mi pasiencia y para que mi osamenta caega en la butaca tibia, por mis nalgas de ayer. un poco de musica aplacara esta pinguina mañana que se evapora con humo de neblina, con la mandibula, que es lo unico que queda libre cuando monto mi camion, mascuyare sus letras y su melodia en un restetable silencio interior. |