Esta pequeña marca de tus iniciales y las mías dentro de un corazón carvadas en la madera de mi cama sólo durará hasta que lleguen las termitas y eso será pronto. Hay tantos alfileres en el mundo como globos rojos, y todos listos para darse un beso. Un último duelo, un último beso y adiós.
Texto agregado el 09-12-2004, y leído por 135 visitantes. (2 votos)