Lo único que me gusta de los días de verano es la puesta de sol, a través de la ventana de mamá sobre las nubes, los colores pueden verse muy hermosos.
A pesar que las nubes están quietas y tal vez por eso mismo los matices son reales.
Con solo verlos la nostalgia llega, me inunda, me llena… y tantos deseos que son, que están y que podrían ser.
Podría quedarme aquí, por horas, como un principito inocente moviendo una silla, nostálgico… triste.
No llega ni asomos del viento pero igual me dan escalofríos, me abrazo a mi misma… todo está bien.
Aunque los ojos no lloran, el alma esta triste, puedo sentirlo, puedo olvidarlo… y todo está bien.
Y la magia demuestra que existe un minuto es eterno, la realidad es fantasía y la fantasía es verdad y nada más importa… todo está bien.
Entonces… el temor que me retiene aparece, una voz me llama, la vergüenza adelanta a la nostalgia,
La desplaza.
Una ultima mirada, un adiós sin palabras…. hasta mañana. |