Sueño con tu boca de marfil,
con tu boca de seda suave,
tus manos como un murmullo,
tus piernas, igual que un valle...

Lejos ya de este paisaje
me eleva la noche en tu fuego
hasta tocar tu cielo mis labios
y pasear por tu porte mis dedos...

Mas tarde, tu piel, apaga mi tiritar
y enciende en mi alma la esperanza
de oir a coro tu voz de ángel
oyéndote elevar una plegaria

Quiera Dios que ésta fuera
semejante a la que escribo:
"Nunca dejes dormir tus labios
que mi cuerpo tiene frío..."

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Más un experimento que un poema en si mismo... Digamos que quería comprobar lo que aportan sólo mis sentimientos sin apenas reflexión... No hay mucha rima, y la tercera estrofa cojea, pero he aquí la belleza de la imperfección y el azar, ¿no? ;)