EL DÍA ANTES DE LA PSU:

¿No eres chileno?: La PSU es un instrumento de medición usado por las universidades chilenas para regular el ingreso a la educación superior. La dan alrededor de 180 mil personas y son menos de la mitad los cupos que año a año se dan. Por ello, miles de jóvenes se desvelan estudiando durante todo el año, casi no salen a fiestas y muchos, abatidos por el estudio, terminan suicidándose; los más afortunados caen en depresión y casi todos no quedan estudiando lo que quieren

Hace un mes y medio que no estudio castellano, ya me da lo mismo porque si en 14 años no aprendí a leer como los dioses, en un par de semanas menos lo haré. Matemáticas, no sé, ya estoy chato, lo mismo con ciencias. Así que estas dos semanas han sido dedicadas de pleno al deporte, para enmendar mi mes de lesión.


Todo un tozudo, puse mi despertador nuevamente temprano: a las 5:40, y para cersiorarme de que me despertara, puse el celular a las 5:40, cosa que mientras todos ustedes están soñando con chiquillas en tanga que les bailan, en mi pieza haya un concierto de sonidos desagradables (porque de verdad que son desagradables los despertadores) que me obliguen a despertarme, no contento con eso, lancé lo más lejos posible ambas armas, cosa que me tenga que levantar a apagarlas.

El día partió mal, el celular no sonó porque lo dejé en discreto, me desperté con la picada de una pulga, que por cierto, luego vi que mi cuerpo parecía con peste cristal porque estaba entero picado. Mientras, molesto me movía por mi cama, me topé con el despertador, lo tomo y veo que estaba apagado (no sé como diantres llegó a ese lugar) y marcaba las 6:30. Había roto mi plan de acción, de levantarme temprano para dormir dos horas más el día de la PSU.

Luego fui a tomar desayuno y no tenía qué hacer, no quería congelarme como ayer ni que los perros trataran de violentarme en la playa, así que me tendí en la cama con la promesa de no dormir. ¿Resultado? 13 segundos después estaba soñando con dos chiquillas rubiecitas que me abrazaban y me hacían cariño. Pero algo me conozco, preveía que me iba a quedar dormido y puse el despertador 10 min. después. Así estuve, tratando de vencer al sueño, que por cierto me derrotó una y otra vez, hasta alrededor de las 8, cuando fui a tomar mi segundo desayuno, siguiendo el ejemplo de ilustres hobbits como Bilbo Bolsón, Frodo Bolsón y Pippin. Para más tarde ir a bañarme.

Cuando me iba a bañar, no sin antes admirarme al espejo (jajaja), me di cuenta que el agua estaba congelada (¡ se había acabado el gas !). Tuvimos que llamar a Lipigas y esperar que trajeran los balones. Por mientras me tendí en mi cama con el juramento de no dormirme, pero antes que terminara de jurar ya estaba durmiendo. Asi estuve hasta pasadas las 10, donde mis 3 semanas en que prácticamente extinguí el carrete para poder tratar mi insomnio y someterme a un plan de acción pseudo-masoquista de despertarme al alba, todo, todo!, todo!!, todo fue en vano!!!. Dormí más de la cuenta y seguramente hoy en la noche no podré dormirme antes de las 4 am.

Cuando llegó el gas, no sé porqué no funcionaba, así que me bañé con agua helada (quizás practicando para el servicio militar al que por ERROR fui llamado, más encima COMO VOLUNTARIO, cachaa.!!!). Me terminé de bañar, vestí e hice mi bolso para el gimnasio. Cuidé cada detalle, porque ayer se me quedó la botella con agua, la toalla y las chalas para bañarse. Esta vez ordené todo, saqué minuciosamente cada elemento. Lamentablemente no tenía shorts limpios, mis favoritos, en la peregrinación a lo Vazqués se engancharon con un clavo y quedaron como Hot Pants, así, en ese estado, jamás me lo pondría. No me quedó otra que partir con los shorts de honorable Colegio Saint Dominic, sí, todo un mackayino que en vacaciones va a taquillar a Reñaca con la ropa de su colegio.

Llegando al gimnasio me di cuenta que se me habían quedado las zapatillas!!! Los veintitrés minutos y 17 segundos que me demoré en hacer mi bolso, revisando cada detalle, fueron en vano. Arggg... me demoraría 1 hora en ir y volver e Ibáñez, en teoría, me estaba esperando hace 30 segundos. No podía caer en semejante impuntualidad, así que hice un par de llamadas y en 20 minutos mi hermana estaba en el mall con una bolsa de 4 pares de zapatillas para que eligiera. Las tomé y recibo un llamado de Ibáñez diciendo "Voy a llegar más tarde". Rayos!! hice salir a mi hermana por nada.

En el gimnasio, luego de un mes de la lesión, sentí un par de cosquilleos como que volvía la lesión. Por suerte no sonó que mi espalda de quebrara en dos ni nada, así que seguí como todo un hombre de valor próximo a hacer el servicio (ojalá que no).


Si la PSU hubiera sido hoy, hubiera estado resfriado, no pasaría la micro en media hora, la micro hubiera chocado, me hubieran asaltado cuando me bajaba de ella y me hubieran robado el carnet, hubiera llegado dos horas atrasado, me equivocaría de sala, se me hubieran quedado los dos lápices, el que se sientaría atrás mío sería un neonazi que me me amenazaría con pegarme afuera si no le doy las respuestas, la profe me quitaría la prueba y finalmente el nazi me pegaría afuera. Luego de un coma de tres meses, después de haber perdido todo el verano, me contarían que llamaron a la ambulancia y ésta me había atropellado.

Por suerte, es mañana, y espero que sea un día totalmente distinto.