El cuarto estaba solo, desolado... Pasaron las horas (o los segundos, no lo se, estaba muy mal) y Sandra no llegaba. No va a venir. Espero otro rato. Creo que son como 10 horas. No aparece. Sin embargo algo me dice que va a venir. Aparecerá, lo sé. Oigo un grito desgarrador. Es ella. Salgo a buscarla y la veo ahí. Yace sobre la acera, indefensa, atacada, y tan hermosa como siempre. Me ve y susurra algo. No le entiendo. Me acerco. Vuelve a susurrar algo. Me acerco más. Le entiendo por fin: "Vete rápido, amor". Es tarde: me doy vuelta y lo veo. Esta ahi. Es el; ya todo acabo.