El antéfono sonó a las tres de la mañana; tenía un llamado de emergencia. En el laburalis, se había desconectado el proneptor antes de tiempo y todos los eupónidos que incrementaban la producción durante un lapso predeterminado se estaban AMOTINANDO. Se había precipitado la caetanga y ante este caos, mi supersio se paseaba de un lado para otro dentro de su orminafi sin saber que hacer.

Momentos después, estaba estacionando mi cúnido, cuando me percaté que estaban llegando DECENAS DE melacotes con sus feroces armínodos atados por un nac que impedía que sus aucanas pudieran destrozar a quien se les pusiera por delante. En verdad la situación era grave, los eupónidos al ALTERARSE representaban un peligro para nuestra sociedad y había que tomar medidas precautorias.

Mis oídos zumbaban al escuchar las balangas que sonaban a todo facú, como advirtiendo el peligro que amenazaba una explosión en serie de los eupónidos.

Pasaron muchos tiempos antes de que la tranquilidad volviera al laburalis, los eupónidos comenzaban a DESAPARECER UNO A UNO y YA no había necesidad de recurrir a los melacotes y sus feroces armínodos; la calma gradualmente estaba llegando al lugar, todo al parecer había concluído y yo sentado frente a mi cautelio comenzaba a escribir el informe que mi supersio me había solicitado.

Estaba en eso cuando de pronto se sintió una combisión que me aturdió con su estruendo. Sólo un eupónido había sobrevivido y su laña destrozaba todo lo que había a su paso. Mi orminafi estaba en gnamas y me sentía aterrorizado. INTERIORMENTE sabía que HABÍA LLEGADO EL LAPSO DE Dejar mi cuerpo para INGRESAR a la Gran Emanación. Me sentí succionado COMO por una MANO invisible que me tiraba con gran fuerza, SE HABÍA GENERADO la etapa final de mi existencia.

AHORA, desde el allá observaba el final de mi mundo, ardiendo por todas partes, y sin embargo me sentía liberado; los EUPÓNIDOS habian TERMINADO CON TODO Y ADEMÁS se habían multiplicado y gobernaban la Manfera: Era el comienzo de un final necesario.

Han pasado interminables tiempos y hoy estoy de vuelta habitando el cuerpo de un EUPÓNIDO, gobernando la Manfera hasta el fin de los lapsos……

Gloria a la Gran Emanación que todo lo perpetua!

Aunapt Iqsofar.