ALICIA LA PEQUEÑA BRUJITA
Alicia, la dulce brujita de Brujolandia estaba desesperada.
Pronto el coro de sapos cantores de la cercana laguna darán las 24hrs. de la medianoche y el comienzo del día para las brujas.
Alicia sin acostarse siquiera trabajó todo el tiempo en ese deber, que la srta. Maestra les encargó. No era muy difícil, ni tampoco se trataba de un tema desconocido, pero ella era muy mala alumna en matemáticas y aquí había que sumar, restar y multiplicar y las divisiones tampoco estaban excluidas
La tarea consistía en preparar una poción mágica para los males del amor, en donde había que sumar y restar perfectamente, si no, no daría un buen resultado. La pequeña brujita probaba y probaba, pero no obtenía respuesta favorable.
“Cinco dientes de jabalí, tres pezuñas de cabra sumado a una cola de murciélago, agregar dos orejas de un ratón negro, cocido todo en sangre del búfalo reducido a la mitad, multiplicado por seis y para último agregar polvo de estrellas”. Todo eso daría una poción mágica que hasta el más temible ogro que vivía en su misterioso castillo, sobre el pico más alto de las montañas cercanas, quedaría enamorado.
Evidentemente algo le fallaba, la brujita no pudo lograrlo.
Cansada y trasnochada tomó el desayuno, que su amorosa mamá le preparó y se disponía a ir al colegio. Pero hoy su leche que constaba de ojos de murciélagos y hongos venenosos y que siempre le gustó tanto le parecía no tener sabor alguno.
Llegó el “Dragón Mayor”, el vehículo escolar para recogerla, ya que su papá el profesor “Félix”, científico en brujerías y último historiador de la era del medioevo estaba ausente, dictando conferencias en lejanos planetas.
Al llegar al colegio descendió Alicia de las alas del “Dragón Mayor” y entró a su aula, donde la recibieron sus compañeritas.
Llego la “Seño” y comenzó la clase.
Estaban citados varios animalitos, aquejados de distintos males de amor.
En una larga cola estaban por ejemplo: El señor jabalí que quería por esposa a una paloma, la cabra que nunca encontró un enamorado, el búho que tenía varios, pero al mismo tiempo el león, el oso, una víbora cascabel que deseaba por esposo a una cascabel de cristal, y todos en conjunto transformaron el colegio en un hospital.
De vez en cuando hubo aplausos para una exitosa alumna, cuya fórmula funcionó.
Por fin le tocó a Alicia y el fracaso fue total. Al tomar la señora cierva, la que quería rejuvenecerse para así enamorar al ciervo dorado del bosque, un trago de la poción mágica, se volvió una cervatillo pequeña, el lagarto que pensaba casarse con la linda cocodrilo, enloqueció y perseguía a una abeja y así evidentemente fracasó la poción de Alicia.
La pequeña brujita se puso a llorar y lloró y lloró……y lloró e inundó al cercano bosque con sus lágrimas, cuales se convirtieron en sapitos negros.
Evidentemente que no aprobó el examen y al volver su papá dialogó así con ella:
-¡Mi pequeña brujita cuantas veces te repetí que la matemática es la base de todas las ciencias, sin la cual nunca lograrás nada. En el futuro tendrás que esmerarte, si quieres ser una brujita exitosa….
La niña prometió ser más aplicada, cumplió con la promesa y hoy es una muy buena profesora en “Ciencias Ocultas, brujerías y afines” y domina la matemática que da gusto
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