Luchar en silencio
Bastaría coger un bolígrafo,
imaginar quererlo como te quiero.
Bastaría pensar en nada,
para pensar en ti,
y escribir ganas de vivir por alguien.
Bastaría cantar la canción del recuerdo
a los besos que el tintero recogió
sin encontrar la pluma adecuada.
Bastaría cada fin de semana
quedar en la puerta del teatro,
con la soledad de un alma extraña.
Bastaría bailar con la mentira
que aparece en la mentirosa noche.
Bastarían mil palabras
atajando el camino
a la sangre derramada,
cuchillas en celo.
Bastarían banderas alzadas,
mientras se queman de odio.
Bastaría ser feliz un día cualquiera,
cambiar el camino
al caminante desconocido.
Bastarían vendavales en tinieblas,
cariño de rebajas,
sueños de libertad pasados de moda.
Bastaría contarle al viento
lo que piensas hacer sin su ayuda.
Bastaría dejar de hablar
para que reine la guerra,
para decir adiós a la vida,
derrotas vestidas de domingo.
Bastaría si me miras de reojo,
si no fingieras,
si me besaras sin porqué,
Si me quisieras sin motivos.
Bastaría con saber
que mañana seguirás viva,
que esta boca es nuestra,
que no estás en venta,
y que yo te compraría.
Bastaría música de coche robado,
de cama prestada,
de versos copiados,
si sencillas palabras fluyen
en silencios mojados.
Bastaría conocer los portales olvidados,
las bombillas fundidas,
los ceños fruncidos.
Bastaría escuchar
mientras otros oyen.
Bastaría que me quisieras
la mitad de lo que merezco.
Bastaría con amarnos y respetarnos
aunque la muerte nos separe …
Bastaría luchar en silencio,
echándote de menos.
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