yo toco tu sexo, lo siento, compruebo que sos hombre, que tienes puestos los ojos y los testiculos y todo aquello que te depara esto. entonces husmeo, huelo, me escondo y me pierdo en medio de tus piernas, me gusta hacerlo; abro tus piernas profundamente, elasticas, desiertas...tus languidas y palidas piernas se pierden de maravilla rodeando mi cuello, subidas en mis hombros...me impotan tanto tus piernas lampiñas q las amo como tus flacidos pezones.
Entonces eres un hombre, por eso me divierto con vos, porque tu carne en mi boca me basta, porque mirar paso de ser delito a ser necesario, lenitivo. duermo con voz desnudo, me rehuso a perder tu cuerpo. pero todo se va.
Se va tu carne infeliz, cada dia se agota tu presencia....en mis piel tan solo queda el recuerdo de tu voz, tus huesudas extremidades, la silueta de tus costillas y el terrible edor de cadaver ceniciento. |