Tengo que olvidarte y no sé cómo, en mi vago recuerdo siempre existes, divagando tu olor; me vuelve triste el pensar en dejar lo que ya añoro. Se descalza el papel, no habrá más letras, no más palabras de túnel confundidas; dejaré de tu aroma la bebida… un sorbo bastará para aliviarme. No habrá nadie en lugar, es sólo un soplo esta ansia total que el pecho exhala en su anhelo bestial por encontrarte. La memoria de ti no está perdida aún camina la sangre y me hace loco el tener que olvidarte todavía. Robinson Quiroz
Texto agregado el 05-12-2004, y leído por 109 visitantes. (2 votos)