aprete un retazo de mandarina frente a mis ojos, y logre soltar un llanto, como un pañuelo de enamorada.
una veitena de lagrimas pincelaron en mi rostro un bado y poco a poco fui soltando mis medallas de procer engripado.
desoje mi corazon como una margarita, los latidos avandonaron mi persona hasta quedar solo, moribundo, dolorido, gritando como una parturienta cada una de las punzantes puñaladas que acestan las laceraciones.
no deje escapar la oportunidad y pronuncie mis ultimas palabras.
Texto agregado el 05-12-2004, y leído por 124
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Lectores Opinan
26-08-2005
Pasando por altos algunos errores de ortografía, es muy poético, lleno de sensaciones. robin05