IMAGINADOS
Omar Barsotti
-Ud. me escucha?
-Si.
-No, Ud. no me escucha. Ud. cree que me escucha, yo creo que hablo y que Ud. me escucha. Pero ninguno de los dos existimos. Nadie existe. Ud. acaso me lee?
-Si.
-No, Ud. no me escucha ni me lee.Yo creo que escribo y Ud. que lee lo escrito.
-Eso es absurdo
-Ciertamente. Es absurdo creer que existimos. Todos creyendo que los demás están . Que nos vemos y tocamos, que nos amamos y dañamos. Pero no estamos y eso nos deja solos, imaginando que no lo estamos y que sostenemos conversaciones como éstas.
-Pero Ud. existe. Existen sus palabras, sus voces y sus escritos.
-No, Ud. cree.
-Creo, luego existo.
-Ud. existe porque alguien piensa que existe. Ud. existe en la imaginación de alguien que es quien imagina. Así que, ¿que puede Ud. creer?. En todo caso alguien imagina que Ud. cree.
-Entonces existe ese alguien.
-Si, sólo ese alguien, Dios si Ud. prefiere, que sueña, imagina, crea y hace que los demás crean que yo hablo y escribo y escucho y leo. Todo en la misma única mente. Ud. está siendo imaginado. En una ráfaga ese alguien dibuja su vida completa: lo ve gestar, lo ve nacer, lo ve creer, luchar por vivir y creer que lucha por la vida. Lo hace soñar, amar, odiar, sufrir, gozar y luego : le imagina muriendo. En esa ráfaga millones de otros seres pasan por lo mismo. Todos imaginados como creyendo estar interrelacionados pero ni tan siquiera se cruzan. Tan grande es el espacio donde sus imágenes se mueven.
-“ Se mueven”, entonces el tiempo existe. Para que algo se mueva el tiempo debe transcurrir. El espacio sin tiempo no existe.
-No necesariamente. Ese alguien no necesita del tiempo. Imagina el concepto del tiempo y este transcurre en nuestras imaginadas creencias, pero no dentro de quien nos imagina. Ese Dios es instantáneo. Nada pasa, nada viene, nada va, nada será, nada fue. Nada puede ser antes o después pues el tiempo no existe. Dios no lo necesita.
-No lo entiendo.
-No puede entenderlo. Si entendiera Ud. existiría. ¿Puede acaso entender que quizá todo el cielo estrellado desapareció hace millones de años y que, como la luz sigue llegando a nuestro planeta, Ud. ni se enterará y morirá creyendo que ahí están eternamente las estrellas y las galaxias y los planetas, incluso toda la parafernalia de piedra y fuego que hemos sido imaginados creyendo que habitamos y sobre la cual alguien nos imagina de pie?.
-Eso puedo entenderlo. Es decir, la probabilidad de que ocurra. Por lo tanto existo. Entiendo, luego existo.
-¿Cómo va a entender la probabilidad de que los cuerpos estelares imaginados por alguien , y nada más que imaginados, se extingan?. Si no existen ¿porqué han de dejar de existir?.
-Entonces, algo existe: la imaginación.
-No en nosotros. Nosotros somos objetos y sujetos de la imaginación. Aún cuando escribimos no es nuestra imaginación la que genera esos escritos. Ese ser, ese ente sueña que lo hacemos.
-¿Pero para qué?
- No sé. Si tuviera la respuesta yo sería Dios, si fuera Dios no estaría siendo imaginado para creer que hablo con Ud. y en tal caso, para qué dar explicaciones a algo que tan solo existe en mi imaginación.
-No puedo imaginar un Dios dormido y soñando todo lo que existe.
-Nunca podremos, salvo que imagine que nosotros lo imaginamos.
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