caminas por la playa con tu andar,
más que femenino, muy provocativo,
descalza vas acariciando la arena,
a orillas de un profundo océano,
enérgico y azul como tú.
en tu figura florece la primavera,
y entre tus piernas mis ojos se enredan,
al contemplar tu excelsa majestuosidad
y sentir tu perfume de esencia seductora.
tu piel, fresca y rosada,
como un pétalo de flor,
sedosa y angelical, como un suspiro,
envuelve con lisura tu dulce aroma
de mujer, de fuego y de pasión.
sobre tu cabellera un halo de rosas
coronan tu hermosa silueta
donde tu belleza se oculta
en la pradera que desciende por tu espalda
y en el amplio valle que se extiende
entre tus delicadas montañas.
tu cuerpo como una manzana prohibida,
como una escultura divina,
me provoca abrazarte y besarte
y entre tus manos sentir
la aventura de un amor eterno.
sentada en la arena a orillas del mar,
entre las olas que con locura te abrazan,
elevas tus encantos a lo más alto del cielo
donde sólo el azul del firmamento
se compara con el matiz de tus ojos.
como hilos de oro, tus cabellos
se deslizan, enredados, por tu cuello
hasta descanzar sobre tus hombros,
como descanza el sol sobre el horizonte
en este atardecer en el que me has conquistado. |