Me he quedado con el hombre que te habita, en lo real que nunca acaba, en ese semblante taciturno, en el vuelo de tu mente o los deseos postergados. En vos, en tu frontalidad, en la amargura y el encanto que te forman, en la tibieza del espanto, en esa bondad de espíritu o la fortaleza amarrada al hueco de tu vientre. En lo que representa tu figura, en todo lo que desearías hacer y no es posible, en lo tanto que te quiero, para darme cuenta que cuando más hablas de tu interior, más se enaltece en mí tu vida, me es imposible salir de este mecanismo que sólo te realza..., estoy atrapada en esa red que te hace distinto, único, inalcanzable. Dame tiempo, fuerzas, ganas, olvido, realidad, para deshacerme del hechizo; aunque también amor, deseo, felicidad, pasión, locura, perpetuadas y eternas, te quiere, Ana Cecilia. |