amazo fortuna, en mis pieses, de tanto caminar.
y en mi piel.
una de cuerdas de guitarras, por un decir critco, envuelve mis manos magicas, y canto. un blue trizte, fusionado con baguala, en una melodia trunca.
me siento como toro, en rodeo propio, pues mi espiritu se quedo en el animal, y ahora los banderilleros clavan sus puntas en mi.
setecientos mil latigazos, sonaran en mi espalda, hasta que algun amanecer, se apiade de mis putos gritos. y libre pueda volver a andar por los caminos.
¿saben? mis obseciones se apasiguaron un poco,
no quiero que nada especial ocurra hoy,
solo verme en la blancura de mi cabina, como todos los dias, alli metido manejando. conduciendo; y hechar andar, bajo el sol.
con una sonrisa presentable, continuo el viaje,
aturdido por las incoherencias, que se imponen tenases al tope del reating.
para que pueda volver a ser yo, voy a tener que esperar, el fin de la cancion, que aun sige sonando en mi cabeza.
sonrio invisiblemente, en los limites con otro mundo, desaciendome magicamente, sobre una galera magica.
|