RECUERDO




Abrí los ojos, todo parecía tan normal, hacia frió los vidrios de las ventanas estaban empañados, el ruido del trafico todavía no se hacia sentir. Salí de mi cuarto como lo hacia siempre, aun no amanecía así que la oscuridad no me permitía ver muy bien, baje las escaleras y empecé a sentir ese vació, estaba en otro lugar, el miedo se apodero de mi y ese vació se convirtió en confusión; baje las escaleras cayéndome, cada vez todo era mas extraño todo era diferente, aquella casa era muy grande, llena de cuartos y puertas, no era mi casa, estaba muy asustado abrí todas la puertas y no encontraba nada conocido, busque a mi familia , los busque por todos lados por todos los cuartos por todas las puertas y solo encontraba confusión. Al final del pasillo encontré la puerta mas grande y escuche murmullos la abrí y todo quedo en silencio uno o dos segundos creo que fueron los mas largos de mi vida; había unas personas comiendo, quede sorprendido, de repente la vos de una de una mujer corto el silencio.

-Carlos siéntate que se te enfría la comida.

-¿Dónde esta mi familia?-pregunte

-¿Qué te pasa hijo, te sientes bien?-replico la mujer que me invito a sentarme

-¿Quiénes son ustedes?

-No entiendo Carlos, de que hablas.

-¿Carlos?, yo no me llamo Carlos, ¿Por qué me llaman así?- tenia mucho miedo no sabia que hacer quería gritar, correr, llorar estaba muy confundido.

-Nosotros somos tu familia - afirmo las señora que me llamo hijo y mientras lo hacia se me acerco y acaricio mi rostro intentando calmarme, pero su caricia produjo en mi todo lo contrario, no era el sentimiento de paz que produce la caricia de una madre, sentí rabia e impotencia. Con fuerza quite su mano de mi rostro y empecé a correr a lo largo de esa grande casa, corrí como nunca lo había hecho mientras los extraños me llamaban, busque la salida pero era como un laberinto, después de entrar entrar por varias puertas por fin encontré las escaleras, las subí velos mente y entre a mi cuarto y cerré con llave, mi corazón palpitaba con fuerza, tome aire y mire, todo en mi cuarto estaba normal estaba como siempre, como yo lo recordaba. Limpie la ventana empañada por el frió, afuera todo era distinto, no era la ciudad que yo recordaba, nada era como yo lo recordaba. Lo único que me quedaba era ese pequeño mundo de cuatro paredes.

Muchas preguntas pasaron por mi mente, preguntas que nunca conteste, solo tenia mis recuerdos, reales únicamente en mi cuarto , únicamente en mi mente, así que decidí quedarme a vivir en ellos para siempre.

¿Cuanto tiempo ha pasado, un día, un mes un año?, ya lo olvide, solo recuerdo aquella mañana fría y calmada en la que desperté a esta pesadilla; Ahora este es mi mundo, afuera ya no existe nada mío, ahora esta es la verdad, es mi verdad.