Cuando el ocaso vital parece irremediable,
cuando solo la comedia nos salva de la neurosis,
cuando tragicomedia es sinónimo de orgullo y llanto,
y cuando la amante fiel, arte caes en nosotros,
recién comienza el baile
doy un paseo en la playa vacía
recuerdo con agrado las amantes de antaño,
los amores, sí amores, de antaño,
y vuelvo de la playa vacía a dormir con una sonrisa en mi rostro.

¿Por qué el viejo lastre del flagelo no me suelta?
¿Por qué aún me inclino ante el grotesco banquete de las bestias?
¿Por qué aún sigo preguntando por qué?

Quizás la lucha la deba librar yo.
Quizás mi cobardía me aisle de ésta
en ese caso renuncio irrevocablemente a ese Yo
y quizás sí, finalmente el cansancio me ganó
pero vida, no te creas que me rindo ante ti
recuerda que a mis ojos no se escapa la infinita transformación
que en esta ocasión soy Yo, no es la razón
recuerda que aunque amarrado de pies y manos, el arte aún me espera
y proclamo con convicción que mi cobardía, mi cansancio y mi amor
son la prueba que aún rendido y muerto, renazco y al fin vivo.