La escalinata hacia el lóbulo frontal ya está más que sucia y pisada.
Arden sus peldaños de tanto pasar y pasar los transmisores.
Mientras el hipotálamo gira sobre si mismo y hace que el laberinto se enrosque,
el último ya no está conformado por pasajes, sino más bien parece una escultura persa.
¿Qué pasa con la capa interna de los ojos? Parecen lijas que absorben el agua del globo.
Mientras los párpados son dos persianas de espinas que rayan las córneas.
Si, cansado, cansados, están mis segmentos.
Cansado el total y la suma que es más o menos que las partes.
Sigamos.
Texto agregado el 02-12-2004, y leído por 231
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Lectores Opinan
09-12-2004
eres original en tus letras...eso es un logro. Arianna
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