ALMA EN PENA Me besó Me mordió Bebió mi sangre Sanó mis heridas Marchó hermosa y sola Un día la vi, No me recordaba Da igual le dije Y empecé a besarla en un recuerdo Y la mordí Bebí su sangre Sané sus heridas Y le dije eternamente adiós [Cuenta la leyenda Que ella Ardió de amor Y sangró su sangre Para morir sin su peso en un rincón desangrada.]
Texto agregado el 01-12-2004, y leído por 150 visitantes. (0 votos)